Nace en Túnez en 1971. Estudia Literatura y Civilización Francesa en la Universidad Tunis I antes de trasladarse a París para estudiar en la École Nationale Supérieure des Métiers de l'Image et du Son (FEMIS), donde se gradúa en 1998. Trabaja como crítica cinematográfica para varias revistas tunecinas, entre las que destaca Cinécrits, al tiempo que realiza sus primeros cortometrajes: Le Bouquet(1995), Avril(1998) y Zat masa'final juillet(2001).

La recuperación del cuerpo y la realización del deseo de la mujer, por encima de las convenciones sociales o la edad, es el eje sobre el que se mueve Satin Rouge (2002), su primer largometraje de ficción. Al mismo tiempo que su protagonista va destapando su cuerpo, adoptando ropas más ligeras y coloridas, soltando su pelo y descubriendo las posibilidades del maquillaje, haciéndose, en definitiva, visible a sí misma y comenzando a escuchar a un cuerpo erotizado que demanda bailar, expresarse, ser tocado y mirado… de igual manera destapa Amari los prejuicios de la sociedad tunecina.

Su siguiente trabajo es Sur les traces de l'oubli(2004), documental sobre la escritora y viajera suiza Isabelle Eberhardt, feminista que vivió con una extrema libertad en el siglo XIX en el desierto norteafricano.

En su segundo largometraje de ficción, Dowaha (2009), la directora aborda de manera aún más radical la descripción de personajes femeninos y las relaciones que se establecen entre ellos. Dowahase inscribe en cuanto a temática y estilo de puesta en escena dentro de los mismos códigos que Satin Rouge, aunque la directora va más allá, al generar una atmósfera asfixiante que se orienta hacia el género fantástico o de terror, con grandes dosis de suspense y misterio, abriendo nuevas vías en el contexto del cine tunecino, en el que normalmente es el contenido y no la forma lo que decide lo esencial. Una historia de madres y de hijas sometidas, y de rebelión, que se desata cuando una pareja joven y moderna llega a vivir a la casa.