Decir que la Asociación Hermanos Saíz es una organización no lucrativa, de carácter nacional, con fines culturales y artísticos, que agrupa a la joven vanguardia artística e intelectual de Cuba, es correcto, pero no basta. Se precisa conocer la historia de esta institución, a medio camino entre la herejía cultural y la formalidad necesaria para hacer triunfar propósitos tan ambiciosos como los suyos.
La AHS, como se le conoce por sus siglas, nació el 18 de octubre de 1986 en la sesión final del Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores, Artistas y Técnicos de la Cultura, que se celebró en el Palacio de las Convenciones de la Habana. Es hija de tres organizaciones importantes durante las primeras décadas de la Revolución: la Brigada Raúl Gómez García, que reunía a los instructores y técnicos de la cultura, con un sólido trabajo en la comunidad; el Movimiento de la Nueva Trova, que agrupó a talentosos cantautores del país y resultó influyente en otros lugares del continente; y la Brigada Hermanos Saíz, integrada por escritores y artistas de varias manifestaciones.